Puntos clave
- Las autoridades tailandesas llevaron a cabo una redada en una explotación minera ilegal de bitcoins en la ciudad de Ratchaburi, al oeste de Bangkok, tras recibir quejas de frecuentes cortes de electricidad en la zona.
- Este incidente forma parte de una tendencia más amplia de minería ilegal de criptomonedas en el Sudeste Asiático, que ha aumentado tras las medidas enérgicas de China contra las actividades mineras en 2021.
Una redada descubre una explotación minera ilegal
Las autoridades tailandesas, incluida la policía local y funcionarios de las Autoridades Provinciales de Electricidad (PEA), allanaron el viernes una casa en la ciudad de Ratchaburi. Según un informe del South China Morning Post, la operación se debió a las quejas de los residentes por los frecuentes apagones que se producían en la zona desde hacía más de un mes.
Jamnong Chanwong, jefe de seguridad del distrito, declaró: "Encontramos equipos de minería de bitcoin, lo que apunta a que la gente utilizaba esta casa para explotar una mina y usaba la electricidad que no pagaba en su totalidad". Explicó además que, aunque los registros de consumo eléctrico de la casa mostraban un uso elevado, se había pagado muy poco.
El reto de la minería de criptomonedas en Tailandia y el Sudeste Asiático
El incidente de Ratchaburi pone de relieve un problema creciente en todo el Sudeste Asiático. Tras las medidas enérgicas de China contra la minería de criptomonedas en 2021, muchos mineros se trasladaron a países del Sudeste Asiático, atraídos por la electricidad relativamente asequible y las infraestructuras disponibles. Este cambio ha provocado un aumento de las actividades mineras ilegales, que a menudo implican el robo de electricidad, en países como Tailandia, Malasia, Indonesia y Laos.
En Tailandia, los mineros de bitcoin están clasificados como fabricantes y deben pagar los impuestos asociados. Sin embargo, las operaciones de minería ilegal llevan años aumentando, lo que plantea problemas a las autoridades locales y a los proveedores de electricidad. La minería de monedas virtuales como Bitcoin requiere potentes ordenadores que consumen mucha electricidad, lo que a menudo provoca un uso no autorizado de la energía y sobrecarga las redes eléctricas locales.
Tendencias regionales y medidas de aplicación
Malasia, por ejemplo, se ha convertido en un punto caliente para la minería ilegal de Bitcoin, situándose entre los diez primeros países del mundo en cuanto a contribución a la tasa de hash. Las autoridades malasias han tomado medidas drásticas, como el uso de apisonadoras para destruir equipos de minería confiscados por valor de más de 1,25 millones de dólares.
Indonesia también ha experimentado un aumento significativo de las actividades de minería de Bitcoin, con mineros que aprovechan la infraestructura y la mano de obra cualificada del país. Estas operaciones han llevado a las autoridades regionales a intensificar sus esfuerzos para frenar la minería ilegal.
Investigación y secuelas de la redada tailandesa
La redada del viernes en Ratchaburi se produjo tras un intento infructuoso de entrar en las instalaciones el jueves, cuando un guardia negó el acceso a las autoridades. Al regresar con una orden de registro, el equipo descubrió que la mayor parte del equipo minero había sido trasladado.
Jamnong reveló que una empresa había alquilado la casa durante aproximadamente cuatro meses. Sin embargo, los cortes de electricidad no empezaron hasta mediados de julio, lo que sugiere que fue entonces cuando probablemente la explotación minera empezó a funcionar a pleno rendimiento.
Durante la redada no se practicaron detenciones y la investigación sigue su curso. Es la cuarta vez este año que las autoridades hacen una redada en una mina ilegal de bitcoin en la provincia de Ratchaburi, lo que indica que el problema persiste en la región.
A medida que la minería de criptomonedas sigue creciendo en todo el mundo, las autoridades del Sudeste Asiático se enfrentan al reto constante de equilibrar la innovación tecnológica con el cumplimiento de la normativa y las necesidades de las comunidades locales afectadas por estas operaciones. El atractivo de la energía a precios competitivos y la ausencia de normativas estrictas en comparación con China han convertido al Sudeste Asiático en un destino atractivo para los mineros de Bitcoin. Sin embargo, el aspecto ilegal de estas operaciones, debido principalmente al robo de electricidad, sigue planteando importantes retos a las fuerzas de seguridad de toda la región.