Puntos clave
- Un ciudadano de Singapur de 20 años, Malone Lam, y su cómplice presuntamente robaron más de 4.100 Bitcoin (por valor de 274 millones de dólares) a través de un elaborado esquema de ingeniería social dirigido a un inversor en criptomonedas con sede en Washington.
- Los estafadores se hacían pasar por Google y Gemini soporte personal, utilizando tácticas sofisticadas para acceder a las cuentas de las víctimas y, en última instancia, robar sus criptomoneda participaciones.
Ataque sofisticado de ingeniería social
La estafa comenzó el 18 de agosto, cuando Lam y su cómplice, Jeandiel Serrano, de 21 años, se dirigieron a un inversor en criptomonedas de alto poder adquisitivo. Manipularon las notificaciones de la cuenta de Google de la víctima para crear la apariencia de brechas de seguridad en el extranjero. Haciéndose pasar por personal de asistencia de Google, convencieron a la víctima de que su cuenta había sido comprometida. Posteriormente, los estafadores se hicieron pasar por miembros del equipo de seguridad de Gemini y convencieron a la víctima para que transfiriera aproximadamente 3 millones de dólares en criptomonedas a una cartera "segura" bajo su control.
Explotación técnica y extracción de fondos
Los delincuentes convencieron a la víctima para que instalara un software de escritorio remoto, lo que les permitió acceder en tiempo real al ordenador de la víctima. Este acceso les permitió extraer las claves privadas de más de 4.100 BTC. Tras el robo, intentaron ocultar su rastro blanqueando los fondos robados a través de varios intercambios de criptomonedas, convirtiendo el Bitcoin en otras criptomonedas como Litecoin, Ethereum y Monero.
Gastos suntuarios y detención
Tras el éxito del atraco, Lam se embarcó en una carrera de gastos extravagantes. Se le observó en clubes nocturnos de Los Ángeles y Miami, gastando entre 400.000 y 500.000 dólares por noche, y los gastos de una noche superaron los 569.000 dólares. Durante las redadas, las fuerzas del orden se incautaron de nueve coches de lujo y relojes de alta gama, entre ellos uno valorado en 1,8 millones de dólares. El avance en el caso se produjo con la ayuda del investigador de blockchain ZachXBT, que ayudó a rastrear los fondos robados e identificar a los autores.